Concurso de acreedores Colmenar Viejo Tres Cantos Sierra de Madrid

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Cuando oímos como empresarios la palabra concurso se nos pone la carne de gallina, pero cada vez mas son las empresas que se ven forzadas a tomar esta decisión. Lo normal es esperar hasta el último momento cuando ya no tenemos solución. No obstante la finalidad del concurso es otra totalmente distinta. Unas nostas para su correcta utilización.

 

El concurso de acreedores supone una herramienta útil para hacer frente a la crisis empresarial derivada de problemas de liquidez, es decir, en una situación en que la empresa tiene un patrimonio pero no dispone de tesorería o dinero en efectivo El objetivo es intentar que la empresa que se encuentra en esta situación pueda resultar viable, manteniendo la garantía del derecho de cobro de sus acreedores. Pretende que no se busque la liquidación de la empresa, sino evitar esta vía alcanzando soluciones para su supervivencia, evitando que se agrave la insolvencia y que los acreedores se vean también abocados a la crisis.

 

El concurso tiene dos fases:

            La evaluación de la situación real del patrimonio de la empresa

            El Convenio de Acreedores o la liquidación de la Sociedad.

 

El concurso no es una solución sino un medio para lograr la viabilidad empresarial. Reconocer y asumir la situación a tiempo yes una gran ayuda a la continuidad y saneamiento del negocio. El concurso de acreedores es un procedimiento ideado para paliar los efectos de la falta provisional de tesorería al organizar las finanzas del concursado

Lo habitual es que el empresario no acepte la situación en la que se encuentra su empresa y trate de mantener una situación insostenible, confiando en que cambie su suerte y las cosas mejoren. Esto se suele deber a la mala imagen que puede suponer para la empresa y ser una situación premonitoria del cierre. Sin embargo, esto no tiene por qué ocurrir e incluso la empresa puede funcionar mejor ya que hay más ojos que la están controlando.

 

No obstante no retrasar el concurso puede salvar su empresa.

 

El deudor deberá solicitar el concurso dentro de los dos meses siguientes a aquellos en los que se den la causa que habilita su presentación, es decir que se encuentre en estado de insolvencia. Lógicamente, el deudor para solicitar el concurso deberá justificar ante el Juez este estado que puede ser actual o inminente.

            La insolvencia inminente es aquella que se va a producir en el corto plazo como consecuencia de un hecho que afecta a la vida de la empresa, como puede ser la pérdida de un importante contrato, una fuerte caída en las ventas, o situaciones similares, de las cuales se puede prever la situación de insolvencia.

            La insolvencia actual es aquella que se conoce porque la empresa impaga durante al menos tres meses su obligaciones corrientes; salarios, Seguridad Social, tributos…

No cumplir con la obligación que establece la Ley de presentar el Concurso de Acreedores dentro de los dos meses siguientes a la fecha en que se hubiera conocido o debido conocer el estado de insolvencia impide al concursado el proponer la figura de convenio anticipado y por lo tanto  disfrutar de sus ventajas, ya que la propuesta anticipada de convenio de acreedores permite poner fin al concurso y a sus largos trámites. Para ello ha de ser aceptada por los acreedores y judicialmente. El proceso se da por concluido cuando se acredita su cumplimiento.

 

 

El empresario diligente que lo insta para hacer frente a una situación de insolvencia, más aún si lo hace cuando ésta es inminente y aún no se ha llegado al impago de los acreedores disfruta de las siguientes ventajas:

            Las demandas interpuestas por acreedores contra la empresa se paralizan

            No caben nuevas demandas

            Si no se paga al arrendador, se evita el deshaucio

            Si no se pagan los préstamos hipotecarios o los leasing, no tiene lugar la ejecución de los bienes

            La deudas no devengarán intereses

            El concurso les permite congelar el pago de los créditos. Un equipo externo evalúa si el. estrangulamiento financiero es pasajero o no.

            No supone la desaparición de la empresa. De hecho, el concurso de acreedores está pensado para permitir su continuidad, por ejemplo, a través de la venta ordenada de activos

            A diferencia del llamado concurso forzoso, el voluntario (declarado a instancias de los propietarios), permite a los gestores seguir llevando las riendas de la compañía, aunque sus decisiones pueden ser vetadas por el juez o por los administradores concursales

            Sólo las deudas anteriores al procedimiento quedan en suspenso, a la espera de que el procedimiento determine cuándo y cómo deben pagarse

            permite alcanzar un convenio con los acreedores que prevea una reducción de la deuda (quita) y un retraso admitido en el pago de esta (espera)

            Desde el punto de vista de los acreedores, el proceso concursal resulta beneficioso porque implica un mecanismo ordenado para el pago de las deudas del concursado.

 

 

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