Divorcios de comun acuerdo

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Publicaba Leonoticias.com al principio de esta semana que los divorcios consensuados aumentaron un 10,5 por ciento en Castilla y León en el segundo trimestre del año con respecto al mismo periodo del año anterior, hasta llegar a 729, mientras que los no consensuados se elevaron un 8,7 por ciento hasta 464, según los datos hechos públicos este martes por el Servicio de Estadística Judicial del Consejo General del Poder Judicial.

Este dato, que es una mera cifra estadística para evaluar la entrada de procedimientos en nuestros Juzgados, debe hacernos reflexionar sobre las ventajas de poner fin a nuestro matrimonio de mutuo acuerdo, dejando de lado las vistas tormentosas en las que salen a la luz pública nuestros más oscuros secretos, y toda nuestra intimidad se pone sobre los estrados a la vista de jueces, abogados y procuradores.

Muchas son las parejas que son capaces de se objetivas, asumiendo que deben zanjar los extremos relacionados con sus sociedad de gananciales, la adjudicación de la vivienda familiar y el régimen de custodia y visitas de sus hijos de forma civilizada, asumiendo que para siempre ambos serán padres, y como tales, deben dejar de lado sus propios intereses y centrarse en el beneficio de sus hijos, que se merecen vivir ajenos a los motivos del divorcio de sus padres, pero sobre todo, conscientes de que algún día se quisieron, y por eso ellos están aquí.

Me apena ver como la gente utiliza a sus hijos para hacer daño a sus antiguas parejas, como hacen una interpretación literal de los regímenes de visitas para evitar que los progenitores no custodios pasen tiempo con sus hijos sin analizar que a quien se perjudica es a su propio hijo.

Por eso me alegra que una pareja, de entrada, se siente en mi despacho y me diga que quiere poner fin a su matrimonio de forma consensuada; y digo que me alegra porque los honorarios son mucho más bajos que tramitar el divorcio de forma contenciosa y resulta mucho menos duro decirles lo que les va a costar, pero sobre todo, porque van a ser ellos los que pongan las bases de sus nuevas relaciones, los que cuantifiquen cuanto se abona de pensión para sus hijos, y porque serán ellos lo que decidan con qué frecuencia los niños podrán relacionarse con el progenitor no custodio.

Abogo por los divorcios de mutuo acuerdo, pero soy clara: para que sean efectivos, los cónyuges deben tener como único objetivo el beneficio de sus hijos.

 

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