El perito médico en una reclamación por negligencia médica

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El perito médico, en una reclamación por negligencia médica, es un facultativo que actúa como asesor científico del abogado para que pueda comprender los aspectos médicos de la asistencia negligente y así redactar adecuadamente los aspectos clínicos de la reclamación. El perito médico asesora también al juez, proporcionándole los conocimientos precisos para poder entender los aspectos científicos de la reclamación y fundamentar la sentencia.

Un perito médico es imprescindible para efectuar cualquier tipo de reclamación por error o negligencia médica.

El perito médico es el encargado de estudiar el historial clínico del paciente afectado para, en primer lugar, reconstruir los acontecimientos y, en segundo lugar, valorar si existe evidencia de que la asistencia prestada no fue adecuada y, si es así, estimar la posibilidad de probar el defecto asistencial que causó el daño por el que se pretende reclamar.

Pero esta es solamente la labor inicial del perito que, acto seguido, deberá elaborar un informe escrito en el que explique qué es lo que se ha hecho mal y, no menos importante, si esto que se ha hecho mal es la causa del daño que sufre el afectado.

Pero el trabajo del perito no acaba con la elaboración del informe, sino que normalmente debe acudir a la sala de juicios a explicar, bajo juramento, el contenido del informe y responder a las preguntas que puedan hacerle los abogados y el juez.

El requisito básico para ser perito médico es, obviamente, ser médico; pero aunque no se le exija legalmente, debe tener conocimientos de derecho para poder interpretar jurídicamente la conducta de los médicos y facilidad de palabra para poder explicar a un juez qué es lo que ha pasado, porque está mal y como ha afectado al paciente. Incluso, si el juez lo considera oportuno, debatir con el perito de la parte contraria.

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