modificación condiciones de trabajo

El otro día me planteó una trabajadora que la iban a cambiar de horario en su empresa, que le venía muy mal porque era madre soltera. "Sobre el papel" tiene derecho a que la despidan de forma improcedente, y a una indemnización de 33 días de salario por año de servicio, sin entrar en más detalles. Pero claro, ella no quiere perder su puesto de trabajo, "en los tiempos que corren", lo que implica que tenga que "comulgar con ruedas de molino", y aceptar la decisión empresarial. Ese es el problema, que si nos cambian las condiciones esenciales del contrato de trabajo, fuente de nuestra relación obligacional con el empresario, el problema con el que nos encontramos es que nos supone un "cambio radical" en nuestra vida, y nuestra familia sufre un trastorno con ese cambio, que a veces se complica aún más si hay un divorcio de por medio con un régimen de visitas que cumplir y una mala relación de ex-pareja... En definitiva, que por muchos derechos que tengamos, a veces, el legislador "no atina" a la hora de buscar una solución favorable para empresa y trabajador. Todavía tenemos mucho que aprender de los países de nuestro entorno en esta materia...