Primeros auxilios en caso de accidente de tráfico

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Abogados Madrid Por tu accidente

Si hemos sufrido un accidente de tráfico, o llegamos a un lugar en el que se ha producido un accidente de tráfico, debemos conocer algunos puntos básicos de primeros auxilios. Tengo en cuenta estos consejos de primeros auxiliios en caso de accidente de tráfico. Y evite la indemnizacion por accidente.

Actuar con rapidez, pero sin precipitación, con serenidad y eficacia.

— Observar rápidamente la situación y determinar quién necesita ayuda más urgente comprobando, por este orden, si la víctima está consciente, si respira (frecuencia normal por minuto de 15 a 20 respiraciones en adultos y de 30 a 40 en niños) y su corazón late tomándole el pulso carotídeo preferentemente, en las arterias carótidas situa-das en la línea media del cuello.

— Establecer un ambiente de seguridad tranquilizando a las víctimas sin estorbarse al atenderlas.

— No dar de beber ni medicamentos a los heridos (con carácter general) y nunca alcohol.

— Tratar al accidentado con suavidad manejándolo como si fuera un bloque.

— Tumbar inmediatamente de costado con la cabeza hacia atrás e inclinada hacia un lado, sin nada debajo (posición de defensa o decúbito lateral), al accidentado inconsciente o con signos de inconsciencia, náuseas o vómitos, para que pueda respirar mejor y no se asfixie. (Un herido inconsciente puede sufrir asfixia).

La ayuda o auxilio que se preste ha de ser bien conocido de la persona que auxilia, en caso contrario, lo mejor es abstenerse, lo que no significa que no haya que pedirlo o que se haya de abandonar el lugar.

POSICION DE SEGURIDAD (POSICION DE DEFENSA)

Se procederá según se expresa seguidamente:

1. Situarse junto al lesionado. Flexionar el miembro inferior más cercano a la persona que presta auxilio hasta que la rodilla forme un ángulo agudo, llevando el pie correspondiente hasta cerca de las regiones glúteas.

2 Colocar la mano del accidentado del lado cercano abajo de las regiones glúteas.

3. Tirar de la otra mano de la víctima hacia el que presta auxilio, haciendo que su cuerpo gire suavemente sobre sí mismo, guiando el movimiento apoyando la mano sobre su rodilla.

4. Empujar la cabeza de la víctima hacia atrás colocando su cara descan-sando sobre el suelo. Poner la mano de arriba de la víctima debajo de su mejilla para conservar la cara ladeada. Empujar la otra mano suavemente, alejándola de la espalda.

Excepcionalmente, a los heridos de pecho que respiren con ansiedad y dificultad y estén conscientes se les mantendrán semisentados (a los inconscientes en posición de defensa). No hacer andar y evitar que anden ellos, aflojándoles las prendas que puedan oprimir el cuello y las vías respiratorias y rasgarlas, si fuera necesario para comprobar si el corazón late o no (un herido grave adulto puede tener 100 o más pulsaciones por minuto). Quitar la ropa al herido sería peligroso. Finalmente, taparle ligeramente evitando que sude, protegiéndole del sol, lluvia, etc. Una frialdad progresiva es signo de alarma.

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