El origen de nuestro despacho se remonta a los años 80 en un local de la calle Fuencarral de Madrid. Nuestros clientes más antiguos recordarán aquel pequeño despacho de abogados, que fue el germen de Blanco Segarra Abogados, que actualmente está en la calle Sagasta nº 30 de Madrid.

Han pasado muchos años desde entonces y hemos crecido en conocimientos, en experiencia y en confianza y reputación. Más de 6.000 clientes han pasado por nuestro bufete, en reclamaciones de todo tipo, desde accidentes de tráfico, negligencias médicas, divorcios, herencias, despidos, reclamaciones por preferentes, reclamaciones contra constructoras y un largo etc.

El que lea esto descubrirá que  somos un despacho de particulares, que pleitea contra grandes empresas. Lo hacemos con absoluta dedicación y profesionalidad. Nuestro ideal es contar con los mismos recursos que nuestros contrarios, por eso además de abogados tenemos una amplia red de peritos que nos auxilian en nuestro trabajo. Sabemos cómo reclamar a una gran empresa, a una compañía de seguros, a un Banco a una aerolínea y ganar el pleito para nuestro cliente.

En reclamación por lesiones trabajamos a porcentaje de éxito, sólo cobramos si ganamos. Tan seguros estamos que ganaremos para nuestro cliente que estamos dispuestos a arriesgarnos a no cobrar nada si perdemos.

En accidentes de tráfico con lesiones, contamos con muchas clínicas de rehabilitación que dan tratamiento a nuestros clientes sin cobrarle al cliente, ya que la factura se gira directamente a la aseguradora, sin que el cliente lesionado tenga que preocuparse por el coste del tratamiento médico. La factura nunca la pagará el cliente, el servicio de rehabilitación es un derecho inherente a su condición de lesionado y el pago lo debe hacer la aseguradora, incluso en aquellos casos en que no se gane el pleito.

Nuestro ideario es ser más fuertes que nuestros contrarios y ganar los pleitos. Después de 30 años de trabajo podemos decir con orgullo que lo hemos cumplido.