El uso del IPC como medida de actualización de valor

EL USO DEL IPC COMO MEDIDA DE ACTUALIZACIÓN DE VALOR

Cotidianamente nos encontramos con diversas situaciones en las que existen pensiones de alimentos o compensatorias, rentas de alquileres, etc.

El índice referencial que se suele tomar para poder actualizar el valor de estas pensiones y rentas es el IPC o índice de precios al consumo. Se trata de un porcentaje que con carácter general puede ser positivo (aumento de los precios) o negativo (bajada de los precios).

Desde hace unos años se constata que dicho índice es negativo. Dicha negatividad proviene de una medida política, siendo las variables que lo calculan modificadas arbitrariamente.

Así pues, no es extraño encontrarse con que el propietario de un piso que tiene alquilada una vivienda tiene la obligación de pagar, entre otros, el IBI y la tasa de basuras (cada año más elevada). Y, a la vez, tiene a su inquilino que le reclama una renta más baja al ser el IPC negativo.

Es frecuente el caso de una mujer divorciada con dos hijos a su cargo, una pequeña pensión de alimentos que le pasa su ex-cónyuge y una solicitud de este de reducción de la pensión al ser el IPC negativo.

¿Qué medida tomar en estas situaciones?

En virtud del art. 1255 del Código Civil, de libertad de pactos, aconsejamos, a la hora de elaborar un contrato de arrendamiento, o un Convenio Regulador, señalar en la cláusula de actualización, (con redacción clara) la siguiente salvedad:

“… La renta se incrementará conforme al IPC y no se actualizará en función del IPC …”

Esta aclaración permitirá la inaplicación del IPC negativo, evitando así, una injusta situación.

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