Cómo funcionan las bitcoins
Seguimos con nuestra serie de guías sobre las bitcoins. Hoy queremos detenernos un momento a hablar de cómo funcionan y cómo se consiguen. Recordemos que no usaremos un lenguaje técnico muy avanzado. Este texto es de introducción al tema; quien quiera tener nociones profesionales de cómo se articula el sistema informático de las bitcoins tendrá que buscar esa información en otras fuentes.
Como habíamos dicho, las bitcoins no dejan de ser un fichero informático que circula por la red. Cada bitcoin tiene su propio número de serie, como los billetes de verdad. Pero también hay otros datos dentro del fichero-bitcoin. Por ejemplo, las cadenas de transacciones entre usuarios.
Cada usuario de bitcoins tiene una billetera electrónica (un programa que gestiona los ficheros-bitcoin y que los mueve por la red). En su billetera se guarda los datos de cada bitcoin que posee.
Cuando alguien quiere entregar a otra persona parte de sus bitcoins, las billeteras electrónicas se ponen en contacto mediante un sistema cifrado de clave pública y realizan la transacción. Explicado de manera sencilla, ponen un sello en cada bitcoin transmitida. Ese sello dice “Fulanito entregó a Menganito esta bitcoin en fecha y hora tal”. Luego, esa información se comunica a toda la red de usuarios de bitcoins, para que quede constancia del cambio en el fichero-bitcoin.
Esta transacción se realiza de tú a tú, es decir, sin intermediarios. No hay un banco o un Estado que controle las bitcoins que pasan de un usuario a otro. Esto ahorra costes de gestión, y además hace que la transacción sea más rápida.
El hecho de que la bitcoin guarde la cadena de transacciones hace que sea prácticamente imposible falsificar una bitcoin. Un experto informático podría crear una bitcoin falsa, hacer un fichero que aparentemente sea igual a una bitcoin... pero esto no funcionaría. Al introducir la bitcoin falsa en el sistema, este detectaría que el número de serie ya está usado y rechazaría la bitcoin irregular.
Este sistema, que puede parecer complejo, en realidad no es más que una versión digital de las antiguas cartas de pago.
Imaginemos que somos un caballero victoriano que quiere pagar X monedas a otro. Cogemos nuestra pluma, la mojamos en el tintero y escribimos un documento que dice “Páguese a Menganito X monedas. Firmado, Fulanito”. Le damos el documento a Menganito y él va al banco, donde cogen el documento, restan X monedas del saldo de Fulanito y se las entregan a Menganito.
Con las bitcoins ocurre lo mismo, solo que sin intermediarios (banco), sin tiempos de espera (ir al banco)... y sin usar pluma y tintero.
Ahora podemos centrarnos en otro aspecto de interés: ¿Cómo podemos conseguir bitcoins?
Hay tres grandes maneras de hacerlo.
1.- Mediante la compraventa de divisas. Hay páginas web especializadas en cambiar dólares, euros, etc., por bitcoins y viceversa. En estas páginas podemos comprar bitcoins a cambio, por ejemplo, de euros. El “tipo de cambio” varía mucho de una semana a otra.
2.- Ofreciendo bienes y servicios. Si tenemos un negocio, podemos elegir cobrar en bitcoins. Si nuestros clientes también son usuarios de bitcoins, pueden acceder a un medio de pago que quizá les resulte más cómodo y rápido.
3.- Minería de bitcoins. Cuando se creó el mundo de las bitcoins, la única manera de conseguirlas era hacer como los buscadores de oro del salvaje oeste: mediante la minería. Hoy día todavía puede hacerse, pero el sistema ya no resulta práctico para el usuario medio.
El resumen del mecanismo es este: se pone al ordenador a calcular una operación matemática compleja. Cuando la resuelve, ¡bingo! Ha encontrado “oro”... es decir, una bitcoin. Esta bitcoin nueva entra en el sistema y pertenece al que lo ha encontrado.
Para evitar que haya abusos, la fórmula matemática está autorregulada y se vuelve cada vez más compleja. Cuantas más bitcoins hay en la economía, más difícil es encontrar una nueva. Por eso este sistema ya no nos sirve a los usuarios de a pie: gastaríamos más dinero en la electricidad del ordenador que el valor de la bitcoin que encontremos.
Es interesante decir que la autorregulación del sistema bitcoin llega al extremo de predecir cuántas bitcoin habrá en el futuro y cuándo dejara de crearse nuevas bitcoins. Concretamente, en el año 2140 se dejará de acuñar nuevas bitcoins, en el momento en que se llegue a los 21 millones de unidades.
Eso es todo de momento. En futuras entregas estudiaremos las ventajas e inconvenientes de este sistema, y si es necesariamente bueno o malo.
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