Divorcio en Tenerife

Cuando nos enfrentamos a una situación tan dolorosa y compleja como un divorcio, debemos tener en cuenta algunos puntos importantes.

 Lo primero es valorar la situación propia de la familia. La existencia de hijos menores y el intentar que la relación, tras el divorcio, sea lo más parecida a la vida anterior de los menores (que es difícil) para que les afecte lo menos posible.

 Lo segundo es considerar el patrimonio y cargas familiares para llegar a un justo reparto de las mismas.

 Hay que afrontar la situación con equilibrio, en la medida que se pueda, y decidir cómo proceder. En este punto encontramos:

-          Divorcio de mutuo acuerdo.

-          Divorcio contencioso.

 El divorcio de mutuo acuerdo es más rápido y económico. Aunque cada una de las partes puede estar representada y defendida por procurador y abogado, la nota destacada en estos tipos de divorcio es que los cónyuges pueden estar defendidos y asesorados por un solo abogado y procurador, disminuyendo el coste de manera considerable.

En estos casos, junto con la demanda de divorcio, debemos aportar el Convenio Regulador, en el cual, detallaremos las cláusulas a partir de las cuales se va a regir la relación tras la ruptura, que sería ratificado judicialmente.

 El Convenio Regulador contendrá:

- uso de la vivienda habitual

- pensiones compensatorias a favor de uno u otro de los cónyuges, si corresponde

- pensión alimenticia a favor de los hijos

- régimen de visitas y comunicaciones con los menores

El divorcio contencioso, es aquel en el cual no hay acuerdo, y por tanto, cada una de las partes debe ir defendida y representada por su propio abogado y procurador, por lo que es un procedimiento más costoso, y dilatado en el tiempo, ya que precisa de una vista donde el Juez escuche a las partes y cada uno de los abogados defienda a su representado. Aquí es el Juez quien, ante el desacuerdo de las partes, toma las decisiones y señala los criterios que han de regir las relaciones tras la sentencia de divorcio.

 Siempre se puede acudir con un acuerdo prefijado en algunas materias, y será el juez quién decida en aquellos aspectos en los cuales, no se haya podido llegar a un entendimiento.