Apostando por la mediacion en conflictos familiares, divorcios, herencias y empresas familiares

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La Mediación es una figura antigua que se ha renovado a raíz de al recientes modificaciones de nuestras leyes, apostando por una solución consensuada en los conflictos que permite incluso paralizar el procedimiento judicial para someterse a esta vía, tal y como se refleja en el artículo 770.7º de la Ley de Enjuiciamiento.

Se trata de un instrumento que ayuda a las familias en situaciones de conflicto relacionados con crisis sentimentales, pero también crisis familiares de otros ámbitos.

El mediador es un profesional formado, que a través de su visión imparcial ayudará a los implicados intentando buscar un marco de comunicación que les ayude a racionalizar extremos de su ruptura, y por lo tanto, buscando respuesta jurídicas acordes a los problemas que evitarán procedimientos largos y muchas veces, innecesarios.

Se puede acudir a la mediación antes del inicio del procedimiento, al objeto de sentar las bases de este desde el diálogo; durante el mismo, como ya he anunciado, paralizando el procedimiento al objeto de acercar posturas; o, una vez que ya exista una sentencia judicial, si lo pretendido es una modificación de los acuerdos adoptados en el pasado.

Pero la mediación no solo es aplicable a procedimientos de divorcio, también puede ser un instrumento para llegar a un consenso en temas relacionados con herencias, repartos de bienes en proindiviso, o incluso cuestiones relacionadas con empresas familiares.

Busquemos formas alternativas, ràpidas y sencillas de solucionar nuestros conflictos. 

Acudamos a un mediador formado y especializado que nos ayudará a gestionr el problema y ponerle solucion.

 

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