Ejecución de la vivienda habitual

Si el inmueble del que no se paga correctamente la hipoteca es la vivienda familiar del deudor, el procedimiento de ejecución varía y se convierte en “enervación de la acción hipotecaria”. Esto significa que si el deudor paga la cantidad exacta correspondiente a las cuotas pendientes más los gastos hasta la fecha de presentación de la demanda, tendrá derecho a la rehabilitación del préstamo sin necesidad de contar con el consentimiento del banco.

De este modo, el deudor puede consignar lo que debe hasta el día señalado para la subasta y evitar así que se ejecute la vivienda, siempre que esta sea el hogar de la familia. Después, podrá seguir pagando la hipoteca con normalidad.

Sin embargo, esta posibilidad que da la ley para dar una protección adicional al hogar familiar, sólo se puede ejercer una vez cada cinco años. De este modo, si, por ejemplo, este año nos van a subastar la casa pero conseguimos el dinero para ponernos al día, la hipoteca sigue con normalidad. Pero si antes de que pasen cinco años volvemos a tener problemas de pago y se inicia la ejecución, ya no podremos pagarla a no ser que liquidemos el total de la hipoteca al banco (algo notablemente difícil).