El concurso de acreedores, paso a paso.

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Lexdir

Lo primero que hay que hacer para solicitar un concurso es contratar un abogado y justificar ante el juez el endeudamiento y estado de insolvencia, que puede ser actual o inminente (incumplimiento de forma regular y puntual con todas las obligaciones).  

Una vez declarado el concurso por parte de el juez, éste nombra a un administrado concursal para que administre los bienes y deudas del deudor insolvente.

El administrador concursal estudia la situación patrimonial y redacta un informe de determinación de la masa activa y pasiva (créditos contra el deudor).

La primera posibilidad es acordar con los acreedores un convenio para el pago de las deudas, donde se fijará su forma de pago (máximo 5 años y con reducción de hasta el 50% de la deuda). Los créditos se clasificarán por orden de prioridad, pagándose primero a los más débiles, como los trabajadores y postergando a aquellos que han tenido influencia en la mala situación económica como los administradores de la sociedad. Si no hay cargas hipotecarias, será factible que el deudor haga frente a sus obligaciones y se encontrará en una situación más desahogada y ventajosa.

La segunda posibilidad es que el proceso concluya sin convenio con los acreedores, caso en que se procede a la liquidación de la empresa. Cabe tener en cuenta que esto no es posible en el caso de las personas físicas, cuando las deudas no desaparecen y por lo tanto será más complicado que el proceso ayude a recuperarse de la insolvencia.