El Scam y otras estafas en la red

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El término genérico scam (estafa), nos sirve hoy día para situarnos en el ámbito del cibercrimen mediante el engaño.

En un mundo globalizado e individualista a la vez en el que tantos se jactan de darse la vida padre sin trabajar y en el que la cultura del esfuerzo cada vez tiene menos estima, el ansia de éxito está íntimamente ligado al poder económico de los “listos”. Si a ello añadimos la situación de crisis actual, tenemos abonado el terreno perfecto para los estafadores que se sirven de la red para aumentar sus ganancias a coste y esfuerzo cero.

1.- ¿Quién no ha recibido por internet la propuesta de un suculento negocio sin moverse más allá del teclado y la pantalla de su ordenador? ¿Todavía no le han tentado con el fantástico y expresamente prohibido negocio de la venta piramidal? ¿Es que no le ha tocado la lotería o le han ofrecido la compra de acciones de una conocida empresa vinculada al sector sanitario de la que Vd., de repente por arte de birlí birloque, dispone de información anticipada, confidencial y privilegiada? ¿La multinacional de los tres brillantes números no le ha ofrecido distribuir la venta de su nube para hacerse de oro?

Pues la gente sigue cayendo. Y la razón no es otra que la esbozada. Mayor ganancia a menor esfuerzo, más inteligencia. Absurda pero funcional ecuación en términos estadísticos de pensamiento.

Para diferenciar entre la venta piramidal y el multinivel, aparte del intrincado formal del supuesto negocio, fácilmente reconocible a poco que uno se fije en determinadas constantes vinculadas con predicadores de nuevas iglesias, promesas de redención, grandes lujos y simbología unida al pelotazo y a la dolce vita,  tan solo solo hay que examinar el producto. ¿Qué le están ofreciendo vender? ¿Existe realmente un producto? ¿Hay una buena relación entre calidad y precio del producto? ¿O ya le han vendido la “moto” que a su vez Vd. tendrá que vender a otro?

Cualquiera que se haya acercado al verdadero multinivel sabrá que existen multinacionales que realmente funcionan hace decenios a través del marketing directo organizado en base a una efectiva cadena de distribución que sale del esquema piramidal. Algunas conocidas empresas de cosméticos o de electrodomésticos y muchas otras que ofrecen distintos servicios lo practican a nivel mundial. Pero vender no lo hace cualquiera. Y si no, preguntemos a las grandes y no tan dimensionadas empresas que ofrecen sueldos millonarios a los auténticos vendedores. Los que dominan este arte u oficio. Algo para lo que no solo se nace, sino que se enseña y aprende en las universidades de todo el mundo. Un trabajo que requiere preparación, esfuerzo y constancia. ¿Vd. puede hacerlo? Lo que no puede realizar en la calle, a pie de obra, no pretenda llevarlo a cabo a golpe de ratón.

2.-   ¿Y si recibe la propuesta de ingreso de una cantidad de dinero en su cuenta bancaria a cambio de transferir gran parte del efectivo a otra cuenta situada en un banco no se sabe dónde que Vd. mismo se queda antes de efectuar la transacción que se le ordena?. Son los llamados smurfing (pitufeo) o structruring, según se trate de pequeñas cantidades o grandes sumas de dinero en efectivo, que circulan sin aparente control por bancos de todo el mundo. Los que se encargan de mover esos capitales  ilegales son los ejecutivos de la delincuencia organizada transnacional para blanquear los fondos que obtienen de sus actos. Normalmente suelen proceder de la venta de droga a gran escala, del tráfico de armas y de personas, de la corrupción y del terrorismo. Aquí no está siendo estafado. Comete un delito. Está blanquendo capital y hay amas de casa, jubilados preocupados por la crisis que afecta a sus familiares, pequeños empresarios arruinados …, simples y diminutos engranajes de la gran cadena, que ya están siendo condenados en los tribunales por ello.

3.- Las entidades financieras y otros organismos no saben qué hacer para frenar el phishing. Pero aunque intentan persuadir a todo el mundo para que no haga caso de los mensajes que reciben en las bandejas de entrada de correo electrónico para dar los usuarios y claves de sus cuentas, no hay manera de acabar con esta modalidad de estafa que logra apropiarse de los fondos de no pocos clientes que, en más de una ocasión, ni tan siquiera han dado esos datos de manera consciente. No hay política de protección de datos inmune a esta práctica.

Los estafadores siempre han existido y seguirán existiendo. Tan solo requieren gente a quien timar. Pero una de las ventajas de la globalización es el fácil acceso que hoy tenemos a la información. Si antes de teclear sudorosamente la tecla que ordena una transferencia o da información personal porque no controlamos a ciencia cierta su destino, nos parásemos tan solo 3 minutos en averiguar qué es lo que realmente hay detrás, aunque el negocio nos lo haya propuesto alguien en quien supuestamente confiamos, la mayoría de las veces, también a simple golpe de ratón, podríamos disponer de la información suficiente que nos hará caer en la cuenta de que nos están intentando engañar.

Elaborado por el Letrado: José Núñez Caballero

Abogado Penalista

Socio NV ABOGADOS

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