Cláusulas contractuales abusivas

Para empezar hay que determinar claramente ¿QUÉ ES una cláusula contractual? Pues nada más y nada menos que aquella condición, pacto o acuerdo que se incorpora a un contrato (relación jurídica entre partes) de común acuerdo entre las personas que suscriben el mismo y que, recoge algún aspecto para regularlo. Así por ejemplo, si celebramos un contrato de alquiler, la regulación del precio del alquiler sería una cláusula del contrato.

Ahora bien, ¿Cuándo estas cláusulas o pactos pueden ser abusivos? Pues nos encontraremos con cláusulas abusivas cuando se incorporen al contrato condiciones que no hayan sido tomadas de mutuo acuerdo entre las partes, contraviniendo el pincipio de buena fe que debe regir en un contrato y causando un desequilibrio a una de las partes en el contrato.

Un claro ejemplo de este tipo de cláusulas abusivas son las CLÁUSULAS SUELO que muchos bancos incorporaron a los contratos de préstamo hipotecario. ¿Cómo funcionan las cláusulas suelo? Las cláusulas suelo son unas condiciones que se fijan en los contratos de préstamo hipotecario y que limitan la bajada del tipo de interés si el interés del mercado fuese inferior al establecido en esta cláusula. Es decir, hablaríamos de cláusula suelo cuando en el contrato fijase que el interés variable no puede ser inferior al 3%  y el interés del mercado hubiere sido inferior a éste. Por lo que el consumidor no podría beneficiarse de esta fluctuación del interés variable pactado. Es por ello que estas cláusulas han sido declaradas nulas por los tribunales al haber sido consideradas abusivas y por tanto, contrarias a derecho.