Como Divorciarse de forma segura

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El divorcio es una institución que se creó para solucionar un conflicto definitivo en la pareja. En sí, sólo es un procedimiento judicial  que regula de la forma menos dramática posible la ruptura de la pareja. El divorcio navega, entre los sentimientos personales de cada pareja para tomar la decisión de ruptura, y la frialdad de una regulación  que intenta adaptarse lo mejor que puede a todos los casos.

Lo fundamental a la hora de divorciarse es estar seguro de lo que se quiere, y de que no se trata de un distanciamiento de la pareja provocada por un hecho puntual. Es cierto, que el divorcio no es irreversible y que además, después de estar divorciados, la pareja se puede volver a casar, pero es conveniente siempre tomar la decisión de divorciarse cuando la situación está fría, y no responde del calentamiento de una discusión o un hecho  .Por eso, el darse tiempo es fundamental  para llegar al procedimiento con la mayor seguridad de lo que se quiere, y con la menor carga emocional, que puede convertir un procedimiento que podría haber sido rápido  y amistoso, en otro  conflictivo.

Pues partiendo de la base que el divorcio no es en sí un problema, sino la solución de un problema, en este se puede plantear muchos casos

 Desde el año 2005 para divorciarse ya no es necesario alegar motivos para ello basta con la  mera voluntad de un cónyuge para que el divorcio se produzca. Así, nadie puede estar obligado a permanecer en una unión. El único motivo que se necesita es la voluntad de al menos un cónyuge de querer divorciarse. Se suprime en el ámbito judicial la culpa, ya  nadie es culpable  del divorcio.

Puede suceder:

 A-Que un cónyuge quiera divorciarse y otro no, pero sin problemas con las medidas a adoptar respecto a los hijos  y cargas del matrimonio.

B-Que un cónyuge quiera divorciarse y otro no, y además con problemas con las medidas a adoptar.

C-Que los dos quieran divorciarse pero discrepancias en las medidas a adoptar.

D-Que los dos quieran divorciarse y ningún problema respecto a las medidas a adoptar,

En todos los casos pueden optar por un divorcio de mutuo acuerdo o contencioso.

Es importante establecer si existen hijos, como será la custodia y cuáles serán los gastos.

En el régimen económico ganancial, que es el que tenemos los españoles si no elegimos mediante escritura de capitulaciones matrimoniales otro régimen económico matrimonial, respecto a las deudas e  hipotecas del matrimonio, es mejor analizar las posibilidades reales económicas que tiene cada cónyuge antes que acordar un pago por mitad, porque el impago de uno, puede afectar indefectiblemente al otro, aún cuando ya están divorciados.

Por eso, es mejor muchas veces acordar soluciones con la entidad financiera (ejemplo dación en pago) o vender el bien antes que meterse en problemas económicos  de por vida.

 La disolución del régimen económico matrimonial es un apartado que no viene  en el divorcio y son las partes, o en el caso de ser contencioso el juzgado,  las que tienen que estipular el reparto de los bienes del matrimonio.

En conclusión, para divorciarnos de forma segura hay que aminorar la conflictividad personal  dándonos el  tiempo que nos aclara la decisión y  una vez en el proceso de divorcio hay que prever las consecuencias familiares y económicas que tal medida puede acarrear.  Ya lo dijo Robert Anderson “En todo matrimonio que ha durado mas de una semana existen motivos para el divorcio. La clave consiste en encontrar motivos para el matrimonio”

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