¡Precaución, mutuo acuerdo!

Estimados lectores:

Las prisas no son buenas compañeras y menos cuando estamos negociando con nuestros intereses jurídicos y ello por el aluvión de modificaciones de medidas que se gestionan, mensualmente, en los Juzgados de Primera Instancia. 

Una ruptura matrimonial es junto a la pérdida de una persona querida o el cierre de un negocio es uno de los episodios más traumáticos, a nivel psicológico, a lo que nos enfrentamos pero no debemos dejarnos llevar por el sentimiento e intentar dar carpetazo a esta situación con prisas exacerbadas.En el día a día jurídico, encontramos convenios de mutuo acuerdo antieconómicos, irracionales, inclusive de imposible cumplimiento que se firman sin ser conscientes de lo que ello supone. Y ello porque el contenido de ese convenio se convierte en ley desde que se aprueba, convenientemente.Por tanto, nuestra recomendación es no correr, buscarse un abogado e intentar negociar en ese momento procesal con el fin de que, cuando firmemos, podamos dar verdadero cierre a la causa y no tengamos que instar, al poco tiempo, modificaciones de medidas que suponen un coste adicional al "económico" mutuo acuerdo.