¿Qué hacer ante un concurso de acreedores?

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Abogado Gandía - Daniel Furió Moncho

Abogado Gandía - Daniel Furió Moncho

Abogado de Gandia especializado en Derecho Concursal

La Ley Concursal nos obliga a solicitar la declaración de concurso cuando nuestra empresa esté en situación de insolvencia, actual o inminente, evitando así posibles responsabilidades personales. Desde la perspectiva del acreedor, surgen muchas dudas de cómo actuar ante la declaración de concurso de un cliente que nos debe dinero

Desde la perspectiva del acreedor, la protección que ofrece la Ley Concursal al deudor, deja poco margen de maniobra a los acreedores que ostentan un créditlo contra el deudor concursado.


¿Qué hacer en primer lugar?

En primer lugar, lo primero que debemos hacer, como parte acreedora, es comunicar el crédito a la administración concursal, dentro del plazo de trenta días desde la publicación en el BOE del auto de declaración de concurso. Seguidamente, es conveniente personarse como parte en el proceso concursal, máxime si ostentamos un crédito de importe considerable, ya que así, y sólo de esta manera, nos darán traslado de todas las actuaciones que se lleven a cabo durante el proceso. Para ello, deberemos contar con los servicios de un abogado y un procurador.


¿Cuándo debo solicitar el concurso de acreedores?

Debemos acudir al proceso concursal, y así evitar responsabilidades de índole personal, dentro de los dos meses siguientes a la fecha en que conozcamos que nos encontramos en situación de insolvencia, por no poder cumplir de manera general con nuestras obligaciones de pago, tales como, por ejemplo, el impago de nóminas de empleados durante más de tres meses, cuotas de la Seguridad Social o Hacienda en el mismo periodo, o cuando tengamos ejecuciones en instadas en contra que afecten de manera general al patrimonio de nuestra empresa.


¿Por qué motivo la mayoría de los concursos acaban en fracaso?

Cierto es que la mayor parte de los concursos terminan en liquidación y cierre de la empresa, sin que los acreedores vean satisfechos sus créditos. Ello ocurre, principalmente, por la demora en la solicitud, ya que perfectamente podríamos asimilar una empresa con problemas financieros con una persona enferma, la cual si acude a ponerse en manos de buenos profesionales ante los primeros síntomas, lógicamente tendrá más posibilidades de curación que el enfermo que acude de forma tardía. Tampoco podemos olvdiar la importancia que tiene el producto o servicio que ofrece la empresa que acude al concurso, puesto que si éste es un producto o servicio mínimamente atractivo para el consumidor, es decir, que tenga mercado, seguramente los problemas financieros tendrán solución ante una solicitud temprana del concurso.

Por el contrario, y en la práctica así se ha evidenciado , empresas sin mercado , como por ejemplo inmobiliarias o promotoras, tendrán mayor dificultad para superar el concurso por el lamentable estado del sistema financiero que limita enormemente el acceso a la compra de viviendas por parte de los interesados.

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