Mi padre me puede gritar y hacer gestos de pegarme

Todas las relaciones deben o deberían regirse en base al respecto, por lo que los insultos no tienen cabida en ninguno de los escenarios. Aún y así, y desconociendo por completo las circunstancias concretas del caso, los padres tienen la obligación de ejercer su autoridad frente a sus hijos ya que son responsables de ellos y sus actos (si son menores o sus tutores legales). Sin embargo esta autoridad siempre deberá ser proporcional y adecuada al caso.

En síntesis: alzar la voz puntualmente ante una discusión padre-hijo es una cosa, e insultar y maltratar psicológicamente sin justificación alguna y de forma recurrente es otra bien distinta.

Si consideras que necesitas ayuda consulta a tus familiares cercanos, en la escuela o centro al que acudas, o en Servicios Sociales.