En septiembre de 2011 fallece mi madre dejando algunos terrenos, un piso y una cuenta corriente en un banco. Deja el testamento hecho incluyéndonos a los 4 herederos a partes iguales. Conviene decir, para clarificar el caso, que en ese momento un heredero ocupa el piso y otro los terrenos sin que nos pasen ningún tipo de compensación a los otros dos. Yo soy de los que no disfruta nada.
La misma semana del fallecimiento, el director del banco nos llama y nos comunica que la cuenta estará bloqueada hasta que presentemos la aceptación de la herencia con la correspondiente partición y el justificante de pago del impuesto de sucesiones.
A partir de ese momento, los herederos empezamos a dialogar (discutir) para llegar a un acuerdo de reparto. El asunto se encona y, al final, quedamos divididos en dos grupos; por un lado, los que ya están disfrutando los bienes y por otro, los que no, curiosamente.
La parte que disfruta los bienes, incomprensiblemente, pone todo tipo de trabas a la negociación y el proceso se va dilatando. En una ocasión se pasan más de un año sin comunicar con nosotros, hasta que ya, hartos, les amenazamos con el juzgado y vuelven al diálogo (discusión), que por nuestra parte ya es con la mediación de un abogado.
Por fin, ahora, es decir, 7 años después, llegamos a un acuerdo y, cual será nuestra sorpresa cuando nos enteramos que la parte del dinero que ellos han decidido que les corresponde, la sacaron del banco 10 meses después del óbito. Suponemos que en el momento que dispusieron del documento de liquidación del impuesto de sucesiones. Jamás pudieron presentar los documentos que requería el banco, porque esos documentos se acaban de firmar y ni siquiera nos los ha entregado todavía la notaría.
¿Qué podemos hacer ante esto los herederos que, entre otras cosas, nos hemos quedado con un palmo de narices?
¿Ha cometido algún delito el banco, o ellos? ¿Les podemos pedir algún tipo de responsabilidad?
Para más inri, en la cuenta, después de retirar ellos el dinero, se han producido distintos cargos que nosotros no sabemos a qué corresponden y, lógicamente, ha mermado, con lo que en este momento nosotros no podríamos disponer de la misma cantidad que ellos, y no podemos olvidar que el testamento nos asigna “partes iguales”.
Muchas gracias por su atención y discúlpenme por lo extenso del texto.