Septiembre: El mes de los divorcios

Tras la época estival, donde pasamos demasiado tiempo con nuestro marido/mujer, llega la decisión que veníamos "barruntando" durante meses: divorciarnos.

Sentimentalmente no podremos ayudar a nadie, puesto que una ruptura siempre es un "disgusto" pero jurídicamente sí. Es muy importante mantener la calma ante una decisión donde se entrecruzan sentimientos, dinero, hijos... Y es preciso regular esta situación con sosiego y ecuanimidad, y no caer en oquedades que luego nos perjuidiquen.

La sociedad ha cambiado mucho: No es obligatorio convivir con aquél al que no queremos. No hace demasiado tiempo era "casi" así. En España, en la época de Zapatero, despareció la necesidad de separarte antes de divorciarte. Los trámites se han agilizado y es todo más rápido que antes. Es preciso aportar una documentación en un proceso de divorcio: certificados matrimoniales y de nacimiento de hijos y apoderar a un procurador, y dependiendo del caso, será preciso justificar nuestra situación patrimonial o proponer la mejor medida para nuestros hijos. Ven a vernos, no hay nada perido. El sol sale para todos.